El pequeño gigante de
Argentina emociona más allá de sus vinos. Pasamos tres días increíble en Cafayate
con amigos y hermosas botellas. Es por eso que decidí separar la nota en dos
partes, la primera de ellas el evento del CoProVi y luego nuestra visitas a la
bodegas y demás aprendizajes.
El CoProVi (Consejo
de Profesionales Vitivinícolas) está formado por enólogos e ingenieros agrónomos.
Estos profesionales tienen como objetivo mostrar lo mejor que pueden dar los
valles. Además de la realización de este evento, durante todo el año trabajan
en conjunto para aprender y enseñar cómo sacar lo mejor de cada mini terruño
que forma la zona vitivinícola más importante del norte.
Estas degustaciones
de los vinos del valle calchaquí no se diferencian en bodegas. La camiseta es
la misma para todos los productores. Algo realmente admirable, el nivel del
entrega y desinterés o mejor dicho de un interés común entre los principales
elaboradores de las diferentes bodegas es algo que no se ve todos los días.
Los enólogos catando antes de empezar el evento |
En la degustación que
se desarrolló en el lujoso hotel “Grace” ubicado en la estancia de Cafayate probamos
diferentes vinos que el CoProVi considera que son los que mejor representan a
los valles. Las etiquetas… solo el nombre de la cepa. Y es que según nos
comentaron los organizadores muchos de los vinos son blend de diferentes
bodegas.
Ahora quiero que se
imaginen un poco la última etapa de degustación de estos muchachos. Ahí donde
se deciden que vinos serán probados por todos y tienen que mostrar lo mejor. Pónganse
en el lugar de uno de ellos y piensen en dejar su vino de lado porque su
compañero elaboro algo que representa mejor el valle ¿Difícil no? Pero es la única
manera de crecer y aprender. Sincerarnos y aceptar que no somos los mejores en
todo. Algo que siendo argentinos no estamos acostumbrados a hacer.
Entonces, talvez el cabernet Sauvignon que probamos era el producto de una bodega o de cinco.
No lo sabemos, pero realmente creo que es lo que menos importa. Lo que nos
sirve es ver la calidad de este Terroir.
Entonces ¿Qué vinos
probamos?
Como estos muchachos
son de una cepa no tradicional la degustación también. Empezamos por los tintos
y terminamos con los blancos, no sin antes una apertura de boca de un rosado de
entrada. Este no fue a ciegas, Laborum Rosado de malbec fue quien nos recibió.
La degustación empezó
con un Cabernet Franc y dos estilos diferentes de Cabernet Sauvignon. Creo que todos
pensados para la alta gama. Luego con tres estilos de Malbec, según lo que charlábamos
en la mesa y por el avance en boca diríamos, que el primero para beberse joven
y los siguientes escalones para ir subiendo en tiempo de guarda. Continuamos
con un bonarda, un tannat, un Sauvignon Blanc y el infaltable torrontes, este último
también con dos estilos diferentes. Uno con una puntita dulce y el otro no.
Mariano explicando el uso de las fichas |
El primer Cabernet
Sauvignon que probamos tenía menos piracinas que el segundo demostrando que
ambos estilos conviven y son posibles en el norte argentino, todavía los
recuerdo en mi boca, me paso lo mismo con el Sauvignon blanc, uva poco
tradicional por estos lares, con una acidez menos punzante y una nariz más
frutal que los de Mendoza.
Destaco estos por una
cuestión personal, pero en líneas generales vi un crecimiento muy importante
con respecto a los vinos del año pasado. Los integrantes del CoProVi de hecho
nos dijeron que esta cosecha fue excepcional. Crucemos los dedos para la que se
viene que está muy bien encaminada.
Terminando con esta increíble
muestra de los vinos y tras el emotivo reconocimiento a Victor Castro (ex hacedor
de los vinos de la bodega domingo hermanos) de parte del gran “Palo” Domingo pasamos a
cenar diferentes platos, desde sándwiches de rucula y jamón crudo, pasando por
pollo al disco y costilla de cerdo ademas claro de las clásicas empanadas salteñas, luego diferentes bocaditos dulces y todo
eso acompañado por una hermosa selección de vinos y porque no algunos tragos o
ambos combinados.
Gracias a Paco Puga, Rafa Domingo, Claudio Mazza y Ale Nesman que nos recibieron y
malcriaron estos días y especialmente a Mariano Quiroga Adamo por la invitación y la atención impecable de siempre. Grandes vinos solo pueden ser hechos por grandes personas y agradezco tambien a Bodega El Porvenir de Cafayate por abrir las puertas
de Finca el Retiro una vez más. Lugar que se siento como casa propia.
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