Un encuentro mas me lleva a la nueva nota del
blog, en este caso llego el turno de una noche de puro vino "burbujeante" de Bodegas Cruzat.
Intentando sacar esa idea de que estos vinos
espumosos son solo para las fiestas o para el verano, lo hicimos una noche de
invierno con mucho éxito.
¿Porque esta bodega? Muchos productores hacen
muy buenos espumosos, porque elegir solo una. Bueno, hay muchos motivos, pero
tal vez el mas influyente fue que cuando estudiábamos sommelerie,
quien fue nuestro profesor - Mike Taylor - hablo muy bien del señor Pedro Rosell, y por
entonces del Cruzat Larrain. Es así que aprovechando el cambio de etiqueta y que
teníamos a nuestro alcance la totalidad de sus vinos hicimos una noche
exclusiva.
Antigua etiqueta - antiguo vino |
Los platos se sirvieron todos juntos y las
diferentes botellas se fueron abrieron de a una para encontrar perfectos
maridajes.
El primero fue el Cruzat clásico extra brut, en nariz el mas intenso de todos los que probamos, resaltaba mucho la
fruta y el chardonnay marcaba presencia aunque este en menor cantidad que el
pinot noir. Corte clásico de la DOC Champagne y el cual, en diferentes
porcentajes, se repite en todos los vinos de la bodega. Si tengo que elegir un
maridaje, creo que se llevo de maravillas con las rabas, de alguna manera los
cítricos se unieron en la boca e intensificaron los sabores, tanto de la comida
como de la bebida.
Continuamos con el Cruzat Cuvée Reserve
nature, en nariz menos intenso que el anterior, pero mas complejo y elegante,
un poco menos de fruta pero con una levadura mas presente, en boca el mas
fresco de todos a mi parecer. En cuanto a maridaje me gusto como se llevo con
los “bastones de atún empanados”. De hecho le hizo frente a una salsa picante sin ningún
problema. Punto a favor que un blanco común no suele poder enfrentar.
Luego seguimos con el Cruzat Cuvée Reserve
Extra brut, este vendría a generar una mezcla de los dos anteriores en nariz,
tiene la fruta del clásico y la levadura que caracteriza a la línea Cuvée,
claro, se repite que la intensidad de los aromas son mas sutiles que en el
primero, pero tiene un aroma a cascara de pan que le aporta elegancia y hace que los que prefieren
la complejidad lo terminen eligiendo. Se llevo muy bien con toda la comida,
dentro de los sushi destaco el maridaje con el “California roll” y con el “Ebi
Hass”, este a mi entender es el mas versátil de los 5 que probamos.
Cerramos la noche comparando los dos rosados,
la verdad que muy interesantes, la línea clásica mas frutada y floral,
las línea Cuvée con un poco menos de fruta y con las notas de levadura presentes, ademas de una acidez mas punzante que se traslada a una boca mas fresca. Si bien el rosado de la línea clásica te
invita mas a un aperitivo para abrir el apetito y acompañarlo con quesos, se
llevo bien con el sushi, eso si, el “teriyaki” lo paso un poquito por arriba,
cosa que no sucedió con el otro rosado.
Pocas veces uno tienen la oportunidad de probar todo lo que una bodega tiene en el mercado, o en realidad casi todo, afortunadamente estuve presente en esta degustación y se ve una evolución interesante de lo que fue aquel Cruzat Larrain. Sin dudas Pedro (Rosell) es quien mas claro tiene esto de los vinos con burbujas en Argentina. Afortunadamente probé algunos champagne del mismo rango de precios y creo que le damos pelea sin problema. Ojala en algún momento podamos competir contra un Krug o un Cristal. De momento empecemos por acá.
¡Qué nivel que tienen estos espumosos, qué nivel!
ResponderEliminarDefinitivamente, espero poder darme una vuelta en unas semanas por la bodega
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