lunes, 4 de marzo de 2013

Noa Wine Travel - Parte 5


 Bueno llegamos casi al fin del viaje, la verdad que nos trajo grandes momentos, les contare ahora de uno los gigantes del Valle de Cafayate. Etchart.

 El ultimo día de nuestro viaje habíamos arreglado para almorzar con Ignacio López, enólogo de “Bodegas Etchart” una de las mas representativas, antiguas e importantes del norte Argentino que fue fundada en 1850, en 1996 el grupo francés Pernod Ricard adquiere la totalidad de la bodega y comienza a trazar una nueva línea de la amplia historia de los vinos de Cafayate.
 Ignacio pertenece a la nueva camada de enólogos que tiene la particularidad de sorprender todo el tiempo con sus vinos y demuestran la pasión por trabajar de lo que les gusta, esto se ve reflejado en el producto final y obviamente en nuestro disfrute.

 Como ya lo comente en notas anteriores las bodegas están muy ocupadas en este comienzo de vendimia así que mientras lo veíamos a Ignacio trabajar a lo lejos, Adrián Chaile que es el encargado de turismo, nos hizo una recorrida personalizada por toda la bodega y respondió cada inquietud que teníamos, al finalizar todo el recorrido y acercarnos a los viñedos el gran enólogo apareció, ocupamos un tiempo en el que podría descansar para llenarlo de preguntas y poder aprender un poco mas de este inquietante mundo del vino. Nos dirigimos a “La Escondida” una casa que se encuentra en medio de los viñedos para poder realizar la degustación y comer algo, claro esta.
 La degustación comenzó como Dios o la Pachamama manda en el valle, con Torrontes, nuestra uva blanca insignia en el mundo, probamos la línea Cafayate, Cafayate Reserve y Gran Linaje, todos 2012. Es muy bueno poder tener 3 gamas de precio de la bodega para poder comparar y entenderlos un poco mas, voy a decir que todo esta muy bien pensado. A medida que avanzábamos en las gamas los vinos perdían la intensidad de la fruta, pero ganaban complejidad y elegancia sobre todo, entonces tenemos vinos que nos pueden servir de aperitivos, de acompañamientos para comidas suaves y para comidas con mas estructuras y delicadas. Ojo no quiero decir que el Gran Linaje no tenga fruta, sino que el golpe en nariz al principio no es tan intenso como el de los dos anteriores, pero la acidez de este vino acompaña la boca de una manera tan delicada que con solo escribirlo quiero una copa; además, si bien la intensidad disminuye la permanencia de los aromas aumenta notablemente. Un dato para nada insignificante, probamos la semana siguiente de nuestro retorno el Gran Linaje 2010 y se encontraba en perfecto estado y diría que aguanta un tiempo mas, creció en complejidad y la miel estaba mucho mas acentuada, si bien son cosechas diferentes, es bueno tener en cuenta la calidad de las uvas de la línea.
 Continuamos la degustación con tintos de la línea Cafayate Reserve año 2011, en primer lugar un malbec, rojo intenso y brillante con reflejos violaceos, mucha, pero mucha fruta en nariz, ciruela bien madura y arandano sobresalían de la copa, un leve toque de pimienta negra y la madera que pasa casi desapercibida cierran una nariz muy tentadora, en boca sentí lo que los enólogos llaman “taninos dulces”, de hecho creí que el vino era dulce pero claramente el azúcar residual no es la suficiente, tal vez los 14,5% de alcohol nos aporta también esa sensación de dulzura, lo mismo esta tan bien equilibrado que no se siente un alcohol molesto en boca, impecable vino que para el rango de precios en el que se presenta me deja extremadamente conforme.
 Vamos ahora con el Cabernet Sauvignon, es claro que esta uva encontró un buen lugar en el norte, este cabernet tiene una nariz con poca fruta pero aun así presente, buena mineralidad y cambió el pimiento por el pimentón lo que lo hace mas agradable para quienes no son muy amantes de la pirazina en los vinos, un toque de madera y chocolate cierran la idea en nariz del vino que luego pasara con bastante coherencia a la boca. Creo que junto con el Malbec anterior son muy buenas opciones para llevar a una invitación a comer donde no conocemos los gustos de nuestros acompañantes.
 Y bueno, no podemos terminar la nota si no lo nombramos al Arnaldo B., actual tope de gama de la bodega y en este caso 2008, un vino complejo, compuesto en su mayoría por Malbec y acompañado por Cabernet Sauvignon y Tannat, digamos que los soldados indicados para pelear contra el tiempo e ir ganando en complejidad, un vino que a pesar que ya esta llegando a su quinto año mantiene buena fruta, clavo de olor, regaliz, chocolate y madera, todo esto lo pone por arriba de muchos vinos de la misma gama de precios, creo que hay que aprovechar antes que se den cuenta en la bodega. Antes de irnos por las ramas es destacable también la buena acidez que conserva y los taninos que se mantienen firmes, la verdad que esta impecable ahora y lo seguirá estando un tiempo mas.
 Gracias a Ignacio pudimos probar el 2010 que aun no esta a la venta pero esta en excelente estado para ser bebido. Me emociona cuando hacen vinos que son una delicia de jóvenes pero que prometen un envejecimiento mucho mejor, algo que antes no pasaba, los vinos longevos había que beberlos después de varios años para que no sea astringente y no nos deje la garganta rasgada por los taninos. Por otro lado pudimos probar los varietales que lo componen de manera separada al blend y todos tienen un carácter bastante intenso, acá una nueva felicitación al enólogo por encontrar el porcentaje indicado de cada uva y lograr un equilibrio perfecto en el corte. Probamos algunas novedades increíbles también, pero bueno, no podemos hablar mucho de eso, cuando salgan les avisare así de cabeza vayan a comprar, obviamente yo los acompaño.
 Luego de terminar la degustación pasamos a la mesa donde nos esperaban algunos quesos y fiambres para hacernos compañía hasta que lleguen las empanadas, que junto con las de Carmen del Porvenir fueron las mejores de todo Cafayate, y miren que siendo de Tucuman para alabar una empanada Salteña es porque realmente lo merece. Después llego el postre y terminamos de completar los tope de gama con el “Torrontes cosecha tardía 2011”, un vino delicioso, dulce pero no empalaga, con una estructura suficiente para aguantar un postre donde el almíbar abundaba, buena apuesta de la bodega en realizar un vino dulce de alta gama, si quieren probar la evolución del “Cafayate cosecha tardía” verán que hay un gran salto que valen esos pesos extras y le dan un plus a la sobre mesa.
 Una charla muy educativa para nosotros de parte de Ignacio acompañada de buenos vinos y con un paisaje entre viñedos y cerros generaron un entendimiento aun mayor de lo que significa el valle para la gente que vive en el. Nuestro anfitrión debía continuar con sus tareas así que en compañía de Adrián finalizamos nuestra visita a Etchart entre anécdotas y risas y claro, algunas copitas mas. Muchas gracias a ellos por el recibimiento y el inmejorable trato.

2 comentarios:

  1. He seguido con mucha atención este emocionante relato por capítulos y llegué a sentir la misma satisfación que transmiten tus palabras, más que nada por conocer personalmente a algunos de los integrantes de este viaje enológico.
    Un abrazo para Silvio y Fernando + flia.
    Nuevamente muchas gracias por tan lindas notas y acercarnos a lo que ustedes vivieron allí.
    Ahhhhh………concuerdo con las empanadas y con la elección del restaurante Terruño en Calafate.
    WILLIE

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  2. Que alegría saber que al menos algo de lo que vivimos llega, la verdad que fue un viaje increíble que sin la gestión de Fernando y Silvio no hubiera sido igual. Viste, muy buenas empanadas y la verdad que Terruño me parece que es el mejor, aunque no tuvimos tiempo de comer en la Estancia de Cafayate, seguro lo dejamos para una próxima visita. Saludos!
    PD: Falta la ultima nota que es sobre el Esteco, creo que estará lista el jueves.

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