Este vino desde un principio llama la atención,
color naranja, si si, naranja, ni blanco, ni tinto, ni rosado, y a esto se le
suman muchas partículas en suspensión producto de que no fue filtrado, algo que
le permite conservar mejor sus características. La verdad que si no fuera
porque creo en la brillantes del enólogo no me arriesgaría a probarlo. En nariz comenzó atacando esa dulzura del torrontés que hasta parece un cosecha tardía,
un aroma a piel de naranja, dulce de kinotos y miel son los perfumes con mas presencia.
En boca espero que hayan aprendido que el torrontés engaña con su dulzura, bueno,
este caso no es la excepción y tal vez por la forma de vinificación pasa a ser
un vino muy seco, no al nivel de los “finos” de jerez pero mas seco de lo que
acostumbramos, si creen que faltan sorpresas le diré que la que sumamos son los taninos sutiles pero presentes que se
encuentran en este torrontés, que raro esto ultimo, nunca pensé que taninos y torrontés irían de la mano. Por cierto la acidez es muy buena y acompaño el
lomito a la parrilla que se encontraba un poco tibio con muchísima actitud.
Seguramente si tuviera que recomendar un vino
a quien no bebe habitualmente este no estaría en la lista, es de esos productos
que uno dice, solo para entendidos. Si se animan y lo consiguen prueben esta edición limitada
de 600 botellas, no les diré que “me voló la cabeza” pero si que me la abrió
mucho. Una vez mas la línea de “Ineditos” de Passionate Wine sorprende y para
bien.
Si quieren
saber sobre el Bonarda Pura, tambien de la linea ineditos, les recomiendo que pasen por http://www.cataypluma.blogspot.com.ar/
que es mi compañero de degustaciones, en la primera nota del blog lo
encuentran.