Cata a ciegas de Cabernet Franc

 Mucho tiempo paso hasta que por fin la pudimos hacer, abrimos la agenda de eventos enologicos 2014 con la cata a ciega de Cabernet Franc.

 Teníamos a nuestro alcance diez exponentes de esta cepa escasa pero con gran crecimiento en nuestro país, queríamos sumar algunos grandes vinos más pero nos resultaban difíciles de conseguir. Un amigo nos ayudo con el número once y así, con este último, Fabre Montmayou Cabernet Franc cerramos el cupo. Un poco porque teníamos muchas ganas de hacer este evento junto a Silvio desde hace casi un año y otro poco para seguir con la misma cantidad que usamos para la de Bonarda y Pinot Noir.

El orden de la ficha no es el de servicio

 Once exponentes, doce catadores, fuego prendido, ensaladas listas y una vez que estábamos todos... abrimos nuestras papilas con un Aldebaran Extra Brut, vino que había recomendado hace poco y cumplió nuevamente las expectativas y un poco mas.

 

 Para poder participar y que sea realmente efectiva la cata a ciegas me dedique a descorchar y tapar las etiquetas de todos los vinos en un lugar aislado al evento, luego Silvio se encargo de llevar las muestras y algunos de los catadores les pusieron los números totalmente al azar.

 

 Entre charlas y opiniones fue transcurriendo una degustación donde se aprendió mucho, en esta oportunidad se sumaron dos sommelieres de Córdoba, que actualmente viven en Tucumán, al conformado grupo de catas y degustaciones que tenemos, grupo en el que participan profesionales del vino y consumidores normales. Realmente una mediodía impecable. Luego de las 11 muestras y el espumante llegaron las empanadas y aprovechamos para contar los votos. Decidimos asignarles puntajes a los diferentes puestos para así poder generar un “podio”. Pedimos que voten los 5 mejores vinos de mejor a “menos mejor”, realmente decir peor seria un insulto ya que todos los exponentes estuvieron increíbles, eso si haciendo la salvación de uno en particular por tener TCA (enfermedad del corcho). Al destaparlo al vino lo pude sentir en el corcho al defecto, pero me pareció bueno que participe ya que muchos no conocen los descriptores de esta enfermedad. Al ser una cata donde compramos las botellas, no teníamos respaldo para esta, así que no sabremos las apreciaciones del mismo en condiciones óptimas. Al menos por el momento.

 Una vez que entregaron sus votos los participantes se volcaron los datos a un Excel que diseñe para contabilizarlos de manera mas rápida y efectiva, ya con algunas empanadas en el estomago pudimos comenzar a desvestir los vinos sin que nos quieran comer los catadores.

 Sorpresas, y… talvez no por los que llegaron al podio, sino por los que no llegaron. Como venia pasando en otras degustaciones que vimos en diferentes lugares el ganador fue el gran Cabernet Franc de Pulenta, fue elegido en el podio general como en el mío personal. De los 12 votantes, solo tres no lo eligieron entre los cinco mejores y fuimos 5 personas los que lo elegimos en primer lugar.

 El segundo lugar y muy de cerca lo obtuvo el Zaha, y aca paso lo mismo, solo tres votantes no lo eligieron entre los cinco mejores, particularmente yo lo saque de mi podio porque empato con el Casarena.

 Pero bueno, para no extendernos tanto les presento el podio general.

 Mi podio personal

 Para sumar más datos, todos los vinos fueron votados por algún consumidor, incluso el defectuoso. Recordemos que beber un vino así no es perjudicial para la salud, pero no es lo que el enólogo quiere expresar y no le agrada a todo el mundo este aroma y sabor.

 Luego de ver los resultados, la carne que había empezado su cocción hacia 3 horas aproximadamente ya estaba lista. La acompañamos obviamente con lo poco que quedaba en las botellas y con un malbec para cambiar el gusto, “El enemigo”. Llego el postre finalmente, una torta para agasajar a Oscar Vivas que cumplía años y se animo a festejarlo con nosotros, café nespresso y el habano “Hoyo de Monterrey” marcaban el final de un momento mientras acompañaban la “Rogel”, Silvio abrió su cava personal y el RD de bodega Tacuil dio el primer paso para volver a los vinos, le siguió el Bramare cabernet sauvignon de Viñas Cobos, y finalmente el Mendel Unus del querido Roberto de la Mota.

 Por suerte salio todo perfecto y sumamos una nueva cata a ciegas, esperemos poder hacerlas mas seguido que el año anterior.

 Gracias a cata y pluma por compartir la pasión y por ser un gran anfitrión, esto nos evita grandes obstáculos. Y claro esta, gracias a los participantes por confiar y asistir a nuestras locuras.